Ley Maldita

Al momento de fallecer el presidente  Juan Antonio Ríos en el año 1946 el Partido Radical nombra como candidato a las elecciones presidenciales a Don Gabriel González Videla, quien gracias al congreso nacional es electo como nuevo presidente de la republica,  comenzando a gobernar el 3 de noviembre. El presidente electo fue apoyado por demócratas y comunistas.
Para el año 1947 se creía que las relaciones entre el presidente González Videla y sus partidarios comunistas era buena lo que en el transcurso de los meses cambió. Se crean  conflictos debido a la influencia que ejerce el Partido Comunista con el pueblo generándose desconfianza por parte del presidente y varios sectores políticos.
Arturo Olavarría se retiró de su partido y fundó Acción Chilena Anticomunista (ACHA), organización cuyo objetivo era detener el avance de los comunistas en el país, además estaba conformada por partidos de tensión derechista, socialista y radical demócrata. A su vez, el presidente influenciado por  Estados Unidos y la Unión Soviética comenzó a desconfiar del avance comunista y éstos, comenzaron a reprochar al presidente por la falta de preocupación e incumplimiento de promesas y propuestas hacia los sectores más populares del país.
Para el año 1948 el presidente Gabriel González Videla terminó por expulsar de su gabinete a todos aquellos que tenían tendencia por el partido comunista y rearmó su gabinete incluyendo a liberales, demócratas, radicales y conservadores. Más tarde, proclamó la Ley n° Nº 8.987, llamada Ley de Defensa de la Democracia, más conocida como “La Ley Maldita”, la que tenía como finalidad excluir de toda participación política al Partido Comunista de Chile, y borrar de los registros electorales a todos sus partidarios.
Esta ley trajo consigo consecuencias jamás pensadas, en primera instancia regidores, alcaldes y parlamentarios quedaron inhabilitados de sus cargos políticos; en segunda instancia se prohíben todo tipo de actos que hicieran alusión a libertad de agrupación, organización y propaganda y en tercera instancia se sancionaron todos aquellos actos  como huelgas que contrariaran al régimen presente en la época.
La Persecución generada a los comunistas del país, logra destituir a grandes personajes como Pablo Neruda de sus cargos, más de 2000 personas relegadas a Pisagua y otros tantos se fueron del país

7 comentarios:


cursor by .*...annyz-blog ...*.